WAM®AIR ofrece filtros de ventilación de alto rendimiento y colectores de polvo para plantas de hormigón, lo que garantiza un control eficiente del polvo y el cumplimiento de las normativas ambientales más avanzadas. Diseñados para ofrecer durabilidad y fiabilidad, estos sistemas mejoran la calidad del aire, reducen las emisiones y optimizan la eficiencia operativa en silos de cemento, plantas de dosificación y procesos de manipulación de materiales.

Los filtros de ventilación y los colectores de polvo en las plantas de molienda de alimentos para animales son cruciales para controlar el polvo en suspensión. Capturan las partículas liberadas durante el procesamiento, mejorando la calidad del aire y la seguridad de los trabajadores. Estos sistemas ayudan a prevenir daños en los equipos, mantener los estándares de higiene y garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales y sanitarias en las instalaciones.

Los filtros de ventilación y los colectores de polvo en las plantas de materias primas plásticas, así como en las plantas de procesamiento de plásticos, son esenciales para la gestión del polvo en suspensión y el mantenimiento de la calidad del aire. Estos sistemas capturan partículas finas de plástico, garantizando un entorno de trabajo más seguro, previniendo daños en los equipos y cumpliendo con las normativas ambientales, a la vez que mejoran la calidad del producto y la eficiencia operativa.

Los filtros de ventilación y los colectores de polvo en plantas de minería, canteras, trituración y micronización son esenciales para controlar el polvo en suspensión. Hoy en día, incluso las plantas remotas en zonas ampliamente deshabitadas deben reducir drásticamente las emisiones de polvo para proteger el medio ambiente, mejorar la calidad del aire, garantizar la seguridad de los trabajadores, prevenir daños a los equipos y cumplir con la normativa.

Los filtros de ventilación y los colectores de polvo en las operaciones de reciclaje son cruciales para controlar el polvo en suspensión proveniente de la clasificación, trituración y procesamiento de materiales. Estos sistemas mejoran la calidad del aire, aumentan la seguridad de los trabajadores, previenen daños a los equipos y garantizan el cumplimiento de las normativas ambientales, contribuyendo así a procesos de reciclaje más limpios y eficientes.